Lo beneficios de la ingesta de cafeina mejoran mas claramente en pruebas de resistencia aunque existen discusiones sobre los efectos positivos o negativos en estas pruebas.
En un análisis reciente, de Doherty y Smith (2004), en el que examinaron 39 estudios publicados, constataron que la cafeína mejoraba el rendimiento un 12,4% en comparación con las pruebas efectuadas con placebo. De estos estudios, 21 se centraron en ejercicios de resistencia, 12 en ejercicios más cortos e intensos y los otros 6 en esfuerzos intermitentes, observándose el mayor efecto en las pruebas de mayor duración.
Muchas investigaciones concluyen que la cafeína induce la lipólisis (oxidación de los ácidos grasos para generar energía), aunque no se sabe muy bien de qué forma favorece tal proceso.
La explicación (Essig y colaboradores, 1980) tradicional que se ha dado al mecanismo de intervención de la cafeína como ayuda ergogénica, es que está, al estimular la secreción de adrenalina aumenta la movilización de ácidos grasos, lo que se hace que sea mayor la oxidación de la grasas en beneficio del ahorro de glucógeno muscular. Posteriormente esta teoría ha sido muy discutida, ya que ha habido numerosos estudios que no la corroboran. De hecho, muchos de ellos demuestran que la cafeína aumenta la resistencia sin que haya diferencias en el glucógeno muscular.
La explicación (Essig y colaboradores, 1980) tradicional que se ha dado al mecanismo de intervención de la cafeína como ayuda ergogénica, es que está, al estimular la secreción de adrenalina aumenta la movilización de ácidos grasos, lo que se hace que sea mayor la oxidación de la grasas en beneficio del ahorro de glucógeno muscular. Posteriormente esta teoría ha sido muy discutida, ya que ha habido numerosos estudios que no la corroboran. De hecho, muchos de ellos demuestran que la cafeína aumenta la resistencia sin que haya diferencias en el glucógeno muscular.
Aumenta la capacidad de trabajo muscular, retrasando la fatiga.
Activa el sistema nevioso central por lo que aumenta el poder de concentracion.
Acelera el ritmo cardiaco, incrementando el bombeo sanguineo.
La cafeina estimula determinadas catecolaminas que inhiben la liberación de insulina por lo que se acelera el uso de los acidos grasos como combustible.
En pruebas de larga duración y en condiciones ambientales de calor y humedad, puede agravar la deshidratación debido a que el gasto cardíaco y aumentar el flujo sanguíneo renal, se favorece la diuresis.Aunque también hay pruebas y test que ponen en duda esta afirmación.
En conclusión, los efectos ergogénicos de la cafeína parecen estar claramente demostrados en gran parte de la población deportiva. Pero, como casi todo en la vida, son relativos a cada deportista, encontrando diferentes reacciones, positivas o neutras, en cada individuo.Los efectos que la cafeína produce sobre el organismo en esfuerzo son varios, desde la mayor implicación de la oxidación de los ácidos grasos y ahorro de glucógeno hasta el aumento de la contractibilidad muscular, pasando por muchos otros. Pero aun no se conoce a ciencia cierta cuáles son los mecanismos que promueve la cafeína para que surtan tan amplios efectos.
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