Estuve haciéndole un estudio antropometrico para mejorar la postura en la bicicleta y una vez realizado, estuve observando y grabando en vídeo como pedaleaba con las nuevas medidas , para confirmar los cambios que debíamos de aplicarle.
Tenia el sillón bajo y retrasado sobre el eje del pedal y la postura era demasiado larga entre el sillín y el manillar. Al ir bajo, su pedalada derecha, en una subida de poca inclinación, realizaba un movimiento extraño,sacando la rodilla al exterior, perdiendo la verticalidad.
Desde hace muchos años,mi amigo viene quejándose de dolores en piernas,caderas y en la espalda.
Le hice los movimientos oportunos cambiándole la postura, acercándole a una posición mas beneficiosa y cómoda y donde pueda sacarle mas potencia a su pedaleo.
Una vez realizada la primera parte del trabajo, quedamos en que saldríamos juntos a probar esta nueva postura y notar sus resultados, quedando al día siguiente en recogerlo en su hotel y desde alli hacer una ruta ciclista.
A las nueve y media estábamos dando pedales desde Playa del Ingles a Ayagaures, los primeros kilómetros fueron para calentar y para encontrarse Carlos con la nueva postura sobre su maquina. Con los kilómetros, Carlos notaba los cambios de su postura, se encontraba muy alto, pues ahora sus piernas no estaban encogidas y había desaparecido el movimiento de rodilla que le hacia sacarla al exterior. Ahora sus piernas pasaban muy cerca del cuadro (quizás habría que ensayar un poco su factor Q), lo revisaré en la próxima etapa de trabajo. También notaba la comodidad en la parte delantera de su cuerpo y notaba también que sus isquiones ahora apoyaban de forma diferente sobre el sillín.
Poco a poco, fuimos acelerando subiendo el barranco de Ayagaures a una velocidad crucero respetable, pero sin ser demasiado alta y llegamos a la subida franca del pueblo de Ayagaures.Allí Carlos empezó a notar la facilidad de su pedalada en la escalada pura.
Cuando tocamos la subida final, esos dos kilómetros y medio con rampas del 14,12,11,10, y 9% y todo esto adornado con un calor sofocante, Carlos sacó su raza de escalador explosivo y me dejó clavado en una de las primeras, y voló hacia la cumbre sin que pudiera hacer nada mas que ver como trepaba gracilmente hasta desaparecer de mi campo de visión. ¡¡Me metió la del pulpo!! , ...... ¡no podía ser de otra manera!. Este puerto es un puerto que se adapta muy bien a sus características escaladoras.
Allí estaba, esperándome en la cima de la montaña, realizamos la bajada muy tranquilos, juntos, Carlos me comentaba la belleza de la zona y lo bonito de esta magnifica subida , dándome todo tipo de detalles de como lo había sentido y vivido. Ambos íbamos contentos pues todo salió bien y sobretodo, volvíamos a estar juntos en la bicicleta, la cual nos habia unido hacia muchos años con este lazo fuerte que aunque los años pasen, el vinculo que creó cada dia es más fuerte.
Después, pasamos por la costa de Maspalomas a Cercado de Espino. La vista del mar y su brisa hacia sentir algo especial.... carretera tranquila (que no el ritmo) brisa fresca, calor intenso, sonido a mar y cuerpos sudados por el esfuerzo..... ¡¡que coctel!!.
La vuelta tras un pequeño refrigerio, casi a tope...... bueno, yo a tope tras la moto de Carlos, que aunque no conocia la zona y ésta está llena de sitios para realizar emboscadas, me llevaba a tal ritmo que mis piernas hacía rato que me suplicaban que lo dejara ir, pues su ritmo era tremendo. Aguanté porque quería brindarle este momento de euforia y no estropear el disfrute que se estaba dando, pero me llevaba en cada repecho a 189 pulsaciones, muy cercano a mis pulsaciones máximas, el esfuerzo que estaba haciendo era importante.
Carlos tiene un "motor de carrera", me hizo sentir que corría con un profesional pues cuando quería (y sin quererlo) se marchaba o me ponía contra las cuerdas y el sin darse ni cuenta.....¡que bárbaro!, siempre tuvo este poderoso motor, pero lamentablemente, siempre tuvo problemas musculares que le impedían sacar partido a su tremenda fortaleza cardiovascular y energética.
Hoy ha sido un día entrañable para mi, mi amigo, el hombre que me bautizo como "La avispa", el que me enseñó muchas cosas del ciclismo y como estar en el, a tomar curvas, a frenar, a subir un puerto, a cogerme al rebufo, a guardar energías, a respetar a la ruta..... Estaba a mi lado dando pedales como hace años, pero esta vez era yo el anfitrión pues está en Gran Canaria.
¡¡Carlos, Coqui, os llevamos en el corazon.!! Gracias, por ser como sois.
Crónica bonita y entrañable... Un abrazo maestro..
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