El comportamiento de Domingo H. y de Paco N. fue extraordinario pues veo que ambos crecen como deportistas. Domingo esta muy fuerte y preveo que en muy poco tiempo estará con el grupo de cabeza (eso si antes creo que tendrá que cambiar de desarrollos o de bici), su saber estar y sus condiciones le llevara en muy poco tiempo a estar con los mas fuertes de la grupeta.
Paco N. mejora en cada salida y aunque no puede entrenar tanto como otros de sus compañeros, su crecimiento se ve semana tras semanas, apoyado por un carácter conservador con la inteligencia calculadora que me recuerda a nuestra "Esfinge", solo tiene que ganar experiencia y seguir mejorando y tendremos en unos meses otro ciclista de los que siempre llegan.
En la subida de San Juan a Moya nos encontramos a un grupo de otros tres ciclistas, y uno de ellos se descolgaba de los otros dos, estos llevaban un ritmo que este ultimo no podía aguantar y estando fuera de punto se dejaba caer y se le veía como se hundía (física y animicamente), cuando llegamos a su altura, le di conversación y le quité importancia a su estado, bajé el ritmo para poder conversar con él y poco a poco nos unimos todos los ciclistas. Esta unión duro muy poco pues rápidamente volvieron a incrementar el ritmo y los tres volvieron a adelantarse unos metros. Domingo H. me explicó que esta forma de entender el ciclismo es muy habitual en ellos, pues en anteriores salidas los conoció y se comportan de esta manera, atacándose unos a otros es la forma de hacer sus salidas.
Nosotros decidimos seguir a nuestro ritmo y al poco rato pasamos a uno , y mas tarde pasamos a otro de los ciclistas y siempre veíamos al tercero que por su forma de volver la cabeza tuve que pensar que estaba compitiendo con nosotros y no se quería dejar atrapar.
Nosotros comentamos que seguramente no entendería nuestro ejemplo, pues nosotros andábamos juntos en función de la velocidad del menos entrenado, velocidad a la que éste entendía que debíamos de ir para terminar con solvencia la etapa, mientras que ellos jugaban a "las batallitas".
Después de la bajada de Moya a la rotonda de San Felipe, fuimos a la rotonda de Bañaderos para subir por el Trapiche, subida que no conocía Paco N. pero sus rampas tampoco hicieron mella en nosotros que subimos a un ritmo alegre sin ser demasiado fuerte y desde Arucas en buena colaboración de relevos tomamos rumbo a Las Palmas, donde dimos por concluida nuestra etapa no sin antes degustar unos buenos refrescos. ¡Que bien merecido los teníamos!, una salida de las que hacen afición, aunque me hubiera gustado mayor participación, .......si me escucha la Santa me diría "Nuca estas contento con nada", ..... y lleva razón.
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